Beneficios del diseño biofílico en las oficinas
Incorporar la naturaleza al diseño de las oficinas no es sólo una moda: es una forma probada de aumentar el bienestar, la productividad y la sostenibilidad. Este blog explora cómo el diseño biofílico, especialmente a través de granjas urbanas en azoteas, transforma las oficinas en entornos más saludables, más conectados y más eficientes energéticamente. Descubra cómo el aire libre puede mejorar su lugar de trabajo.
¿Qué es el diseño biofílico?
Según la definición del Oxford Dictionary of Construction, Surveying and Civil Engineering ("The use of the natural environment," n.d), el diseño biofílico es el uso del mundo natural para contribuir directamente al diseño, la ingeniería, los paisajes, las comunidades y la construcción. Esta técnica de diseño anima a inspirarse en el mundo natural para mejorar el rendimiento. El principio es que las especies han evolucionado, sobrevivido y prosperado y, por tanto, pueden ofrecer ventajas de diseño si se tienen en cuenta. De forma complementaria, cada vez son más los estudios que respaldan la correlación entre el diseño biofílico y la salud y el bienestar de los ocupantes ("Ways biophilic design promotes," 2021) ("Los beneficios económicos del diseño biofílico", 2019) (Kim, 2021).
El diseño biofílico incorpora elementos naturales al entorno construido para mejorar la salud humana, el bienestar y la productividad. Las granjas urbanas en azoteas, como forma de diseño biofílico, pueden ofrecer múltiples beneficios:
Mejoras en la salud mental: Se ha demostrado que el acceso a espacios verdes y a la naturaleza reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. Las granjas urbanas en azoteas pueden proporcionar un refugio sereno en entornos urbanos ajetreados, permitiendo a las personas volver a conectar con la naturaleza.
Mejora de la calidad del aire: Las plantas mejoran la calidad del aire absorbiendo contaminantes y produciendo oxígeno. Las granjas urbanas en azoteas pueden contribuir a un aire más limpio en zonas densamente pobladas.
Regulación de la temperatura: Los espacios verdes pueden reducir el efecto de isla de calor urbano, dando lugar a entornos urbanos más frescos. Esto puede disminuir la necesidad de aire acondicionado, fomentando la eficiencia energética.
Fomento de la interacción social: Estos espacios pueden servir como zonas comunes para la interacción social, fomentando un sentido de comunidad entre los residentes o los empleados.
Fomento de estilos de vida saludables: Al proporcionar acceso a productos frescos, las granjas urbanas en azoteas pueden fomentar hábitos alimentarios y estilos de vida más saludables.
"Un estudio japonés sobre la práctica del "baño de bosque" comparó a sujetos en múltiples experimentos de campo mientras paseaban tanto por bosques como por paisajes urbanos. En el entorno forestal, las pulsaciones de los individuos disminuyeron entre un 3,9% y un 6%, los niveles de presión arterial sistólica se redujeron y el cortisol salival (una hormona liberada durante periodos de estrés) disminuyó entre un 13,4% y un 15,8%. No sólo algunos aspectos aislados de la fisiología humana se vieron afectados por estar cerca de la naturaleza, sino que importantes sistemas corporales demostraron una mejora significativa en el paisaje forestal. La actividad del sistema parasimpático, que sirve para relajar el cuerpo, aumentó un 56,1% en los participantes del estudio mientras estaban en el entorno natural. La actividad del sistema simpático, que estimula el cuerpo cuando nos sentimos estresados, disminuyó un 19,4% mientras paseábamos por el bosque". (Park, Tsunetsugu, Kasetani, Kagawa y Miyazaki, 2010)
Conclusión
Las granjas urbanas en azoteas se sitúan en la intersección de la sostenibilidad y el bienestar, ofreciendo una solución holística a los retos urbanos. Pueden mejorar la calidad del aire, moderar el calor urbano, fomentar la comunidad y promover una vida saludable, encapsulando la esencia del diseño biofílico. Este planteamiento innovador no sólo favorece los objetivos medioambientales, sino que también eleva la calidad de la vida urbana, lo que supone un paso adelante hacia paisajes urbanos más resistentes y armoniosos.